El 9 de julio, pero de 1933 nació el neurólogo y escritor inglés Oliver Sacks. Sus experiencias clínicas en el campo del estudio y tratamiento de padecimientos neurológicos lo llevaron a conocer los más diversos e insólitos casos, mismos que llegó a describir en sus libros, convirtiéndose en uno de los rasgos distintivos de su extensa obra publicada.
10 frases de Oliver Sacks o “el poeta de la medicina moderna”
- “Cada acto de percepción es, hasta cierto punto, un acto de creación, y cada acto de memoria es, hasta cierto punto, un acto de imaginación”.
- “La música puede sacarnos de la depresión o hacernos llorar; es un remedio, un tónico, jugo de naranja para el oído. Pero para muchos de mis pacientes neurológicos, la música es aún más: puede proporcionar acceso, incluso cuando no hay medicación, al movimiento, al habla y a la vida. Para ellos, la música no es un lujo, sino una necesidad”.
- “Hablamos no solo para decirle a otras personas lo que pensamos, sino para decirnos lo que pensamos. El habla es parte del pensamiento”.
- “Al examinar la enfermedad, obtenemos sabiduría sobre anatomía, fisiología y biología. Al examinar a la persona con la enfermedad, obtenemos sabiduría sobre la vida”.
- “Los niños muy pequeños aman y exigen se les cuenten historias, y pueden comprender asuntos complejos presentados como historias, cuando sus poderes de comprensión de conceptos generales, paradigmas, son casi inexistentes”.
6. “Vivir en el día a día es insuficiente para los seres humanos; necesitamos trascender, transportarnos, escapar; necesitamos significado, comprensión y explicación; necesitamos ver patrones generales en nuestras vidas. Necesitamos esperanza, la sensación de un futuro. Y necesitamos libertad (o al menos la ilusión de libertad) para ir más allá de nosotros mismos, ya sea con telescopios y microscopios y nuestra tecnología en constante crecimiento o en estados mentales que nos permitan viajar a otros mundos, para trascender nuestro entorno inmediato. Necesitamos desapegos de este tipo tanto como necesitamos comprometernos con nuestras propias vidas”.
7. “También tengo que recordar que el sexo es una de esas áreas, como la religión y la política, donde personas decentes y racionales pueden tener sentimientos intensos e irracionales”
8. “La percepción nunca es puramente en el presente; tiene que recurrir a la experiencia del pasado (…) Todos tenemos recuerdos detallados de cómo las cosas se han visto y sonado previamente, y estas memorias se recuerdan y se mezclan con cada nueva percepción”.
9. “El acto de escribir, cuando sale bien, me da un placer, una alegría, diferente a cualquier otro. Me lleva a otro lugar –independientemente de mi tema–, donde estoy totalmente absorto y ajeno a los pensamientos, las preocupaciones o el paso del tiempo. En esos raros estados celestiales de la mente, puedo escribir sin parar hasta que ya no pueda ver el papel. Solo entonces me doy cuenta de que ha llegado la noche y que he estado escribiendo todo el día. Durante toda mi vida he escrito millones de palabras, pero el acto de escribir parece tan fresco y divertido como cuando comencé hace casi setenta años”.
10. “Tenemos cinco sentidos en los que nos vanagloriamos y que reconocemos y celebramos, sentidos que constituyen el mundo sensible para nosotros. Pero hay otros sentidos –secretos, los sextos sentidos, si se quiere, igualmente vitales, pero no reconocidos, y sin título–. Estos sentidos, inconscientes, automáticos, tienen que ser descubiertos”.