Para el SAT “Servicio de Administración Tributaria” Se entiende por asesor fiscal cualquier persona física o moral que, en el curso ordinario de su actividad realice actividades de asesoría fiscal, y sea responsable o esté involucrada en el diseño, comercialización, organización, implementación o administración de la totalidad de un esquema reportable o quien pone a disposición la totalidad de un esquema reportable para su implementación por parte de un tercero. Fundamentado en el artículo 197 del Código Fiscal de la Federación.
¿Quiénes son considerados un asesor fiscal para el SAT?
Es de observar que un asesor fiscal debe forzosamente para ejercer esa actividad estar inscrito en el SAT bajo el régimen y con la actividad de asesoría y asistencia fiscal, es decir, un contador o un auditor externo no puede ser considerado como un asesor fiscal. Y por lo tanto no debería dar asesoría fiscal y limitarse a su actividad.
También los que asesoran fiscalmente no son asesores, si no, consultores fiscales, puesto que, son otros esquemas reportables.
Nacionalidad del Asesor Fiscal
En el código fiscal de la federación en su articulo 197 expresa que no importa la nacionalidad del asesor, ya sea mexicano o extranjero, lo que es de interés es que se cuenten con un establecimiento permanente en el territorio nacional, aunque sean residentes en México o en el extranjero.
Labor de un Asesor Fiscal
Algunas de las principales funciones de aun asesor a destacar son:
- Asesoramiento en cuestiones de administración y gestión de la empresa.
- Asesoramiento a emprendedores.
- Alta y baja de las actividades ante el SAT.
- Ayudar en una decisión de carácter jurídico que debe adoptar una empresa o persona física.
- Representación frente a un tribunal o ante el servicio de Administración Tributaria.
- contabilidad y facturación.
- Nóminas y salarios.
- Auditorías de cuentas.
- Planificación de activos y patrimonio de la empresa.
Responsabilidad del Asesor Fiscal
Los asesores fiscales se encuentran obligados a ofrecer un buen servicio, puesto que un mal servicio puede tener consecuencias tributarias, penales y civiles para sus clientes. Además de revelar esquemas reportables generalizados y personalizados a los que se refiera el SAT, en caso de contar con varios asesores fiscales se considerará que han cumplido con la obligación señalada si uno de ellos revela dicho esquema a nombre y por cuenta de todos.
No hay ninguna regla o principio que estipule cuándo una empresa, autónomo o persona física necesitan un asesor fiscal. No obstante, es aconsejable contar con uno para el correcto desarrollo de las actividades y obligaciones de dicha empresa.
En conclusión, La actividad empresarial, así como la de un autónomo puede ser lo suficientemente compleja como para prescindir de un asesor.
Aspectos como la declaración de impuestos, la contabilidad más básica, la gestión de las nóminas de los trabajadores o la elección de la forma jurídica más apropiada de una empresa siempre resultarán más fácil de resolver si es con la ayuda de un asesor fiscal. Pero también la externalización de este tipo de funciones se realiza con el objetivo no solo de cumplir con las obligaciones fiscales más comunes del contribuyente, sino también buscar una mayor optimización.